Nuestro Proyecto Educativo es una propuesta abierta y flexible, donde el primer objetivo es crear un clima cálido y de confianza para que los niños disfruten y sean felices.
La incorporación del niño/a a la escuela ya supone una estimulación
en sí misma, salir de casa y acostumbrarse a un nuevo entorno,
nuevas caras, sonidos, olores y compartir el espacio y las
atenciones de los adultos con otros niños. Buscamos que todo
fluya a un ritmo natural, sin prisas pero sin pausas, con mucho cariño.
La familia está en todo momento presente en la vida de la escuela;
no queremos rupturas ni separaciones, sino ser una prolongación de la misma.
La actividad en el centro gira en torno al juego;
aprendemos jugando con todo tipo de materiales, juguetes e instrumentos.
El Inglés es otro objetivo en nuestro proyecto. Sabemos que,
a pesar de su corta edad, los niños de 1 y 2 años tienen una
gran capacidad para descifrar el lenguaje que los rodea.
En el caso de un nuevo idioma, si lo que pretendemos es
que adquieran capacidades de compresión similares a las
de su lengua materna, es necesario provocar una exposición
a un lenguaje rico, un lenguaje que requiera que el niño
haga un esfuerzo similar al que lleva a cabo para descifrar
su lengua materna. En este proceso, KIDS&US se une a nuestro
centro para mejorar nuestro proyecto y para ofrecer un método
proprio del aprendizaje del Inglés de forma natural y espontánea.
La música es fundamental en la vida de DOREMI, tanto para bailar y jugar como para descansar,
relajarnos y dormir.
Al mismo tiempo, fomentamos la lectura y el mundo de los cuentos, porque no todo es multimedia.
La actividad física es otro pilar básico, jugar, moverse, hacer deporte al igual que la vigilancia
de una alimentación sana y variada.
Por otro lado, en nuestro Centro, es muy importante que los niños/as, desde muy pequeños, aprendan, a través
de sus padres y sus educadores, a respetar y a valorar la naturaleza.
El amor por el entorno les llevará a ´querer´ y apreciar el mundo natural
y a actuar en correspondencia con estos sentimientos, contribuyendo a su cuidado y preservación.
Para conseguir que los niños/as sientan amor por la naturaleza el mejor camino
es enriquecer sus vivencias, planificar actividades con
el objetivo de enseñarlos a amar el medio ambiente, facilitar
el contacto del niño con el campo y las montañas, y todo lo que engloba el mundo natural, y darles la posibilidad de observar, preguntar, y expresar sus ideas.
Así pues, hemos conseguido una zona verde en la parte trasera del centro,
donde los niños/as van a construir el huerto DOREMI. El trabajo en el huerto nos permite
afianzar otros valores pedagógicos en vuestros hijos. Así, cuando tienen que cuidar todos
los días de las plantas, valoran el esfuerzo y la constancia del día a día para ver cómo crece,
desarrollan la paciencia…
Y todo ello bien organizado en un mundo de rutinas que nos ayuda a adquirir hábitos y
comportamientos sociales para aprender a vivir en sociedad, siempre desde el respeto
a las cualidades individuales y superando cualquier tipo de discriminación.